La naturaleza como medicina: lo que la ciencia revela sobre su poder para calmar la mente
- Raiz Bienestar
- 10 nov
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Por Macarena Díaz von der Hundt Raíz Bienestar
Cuando el ruido del mundo parece demasiado, el silencio de un bosque o el murmullo del mar pueden ser una medicina real. Cada vez más estudios confirman lo que muchos sentimos de forma instintiva: el contacto con la naturaleza reduce la ansiedad, mejora el estado de ánimo y restablece el equilibrio del cuerpo y la mente.
Un experimento global sobre los sonidos del bosque
En 2022, la BBC y la Universidad de Exeter realizaron un experimento único: más de 7.500 personas participaron en el estudio Forest 404, una serie de ficción sonora que imaginaba un futuro sin naturaleza. A los oyentes se les pidió que escucharan distintos paisajes acústicos —desde bosques ingleses y costas del Reino Unido hasta selvas tropicales de Papúa Nueva Guinea— mientras se evaluaba su bienestar emocional. El resultado fue contundente. Los sonidos naturales, especialmente el canto de los pájaros, redujeron el estrés y la fatiga mental, mientras que su ausencia disminuía los efectos positivos.

“Nuestros hallazgos sugieren que proteger estas experiencias podría beneficiar tanto la salud mental como la conducta de conservación”, explicó el investigador principal Alex Smalley, de la Universidad de Exeter. “Si queremos aprovechar los beneficios de la naturaleza para la salud en el futuro, debemos asegurar que todos tengan oportunidades de vivir experiencias positivas con el mundo natural hoy” (BBC, 23 marzo 2022).
El experimento no solo mostró los efectos calmantes del sonido natural; también reveló algo más profundo: cuando las personas escuchaban la vida del bosque, aumentaban sus ganas de proteger los ecosistemas.
El poder restaurador de lo verde y lo azul
Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) titulado Espacios verdes y azules y salud mental respalda esta idea: pasar tiempo en la naturaleza —ya sean parques, bosques, ríos o playas— mejora la salud mental, el ánimo y la sensación de bienestar general (Colino, National Geographic, 2023).
Los llamados entornos “verdes” (bosques, parques) y “azules” (océanos, lagos, ríos) reducen la presión arterial, el cortisol y los síntomas depresivos, y favorecen el sueño y la cognición.
En Japón, esta práctica tiene incluso un nombre: Shinrin-yoku, o “baño de bosque”. Los estudios demuestran que caminar lentamente entre árboles e inhalar los compuestos naturales que liberan —como el limoneno o el pineno— induce relajación, mejora el estado de ánimo y refuerza el sistema inmunológico.
El neurocientífico ambiental Marc Berman, de la Universidad de Chicago, explica que la naturaleza ayuda a restaurar la atención mental:
“Tenemos dos tipos de atención: la dirigida, que usamos para concentrarnos, y la involuntaria, que se activa con estímulos fascinantes del entorno. La segunda no se fatiga. La naturaleza activa esa atención suave, permitiendo que la mente descanse y se regenere.” (National Geographic, 2023).
Cuando no puedes salir, trae la naturaleza a ti
No todos tienen acceso directo a un bosque o al mar. Pero la ciencia demuestra que basta con escuchar sonidos naturales o ver imágenes del entorno para obtener beneficios similares.
Un estudio clásico de los años 80 demostró que los pacientes que se recuperaban de cirugías con vistas a la naturaleza sanaban más rápido que aquellos sin esa oportunidad. Experimentos posteriores confirmaron que escuchar sonidos de agua o aves disminuye la ansiedad y mejora el estado de ánimo, incluso en entornos urbanos.
De hecho, una revisión publicada en Environmental Research en 2021 encontró que los sonidos de agua aumentan el bienestar positivo, mientras que el canto de los pájaros reduce significativamente el estrés (Pearson et al., Michigan State University).
Hoy, millones de personas utilizan aplicaciones o videos de YouTube para reproducir estas experiencias sensoriales. Lo que antes era un lujo, ahora puede encontrarse en el teléfono: la naturaleza al alcance del oído.
La dosis ideal
¿Cuánta naturaleza necesitamos para sentir sus efectos?Los investigadores recomiendan al menos dos horas a la semana en entornos naturales. Pero incluso unos pocos minutos al aire libre pueden mejorar el ánimo y la función cognitiva, señala Eileen Anderson, profesora de bioética en la Universidad Case Western Reserve.
Y si el tiempo apremia, basta una pausa consciente:🌿 cerrar los ojos unos minutos,🎧 escuchar el sonido de la lluvia o el viento,🌊 o mirar una foto del mar.
“Incluso si la naturaleza no ha formado parte de la vida de alguien, nunca es tarde para añadirla a su día a día y mejorar el bienestar”, concluye Anderson (National Geographic, 2023).
Más que un alivio: una llamada a reconectar
La evidencia científica es clara: la naturaleza no solo alivia el estrés, sino que nos recuerda que somos parte de algo más grande. Sentir el viento, escuchar un ave o contemplar un paisaje activa respuestas biológicas profundas que restauran la calma y fortalecen la empatía.
Quizás por eso, en un mundo saturado de ruido y velocidad, el silencio del bosque se está convirtiendo en la nueva pausa necesaria.
La próxima vez que te sientas abrumado, intenta una pequeña dosis de naturaleza. Tal vez descubras que lo que necesitabas no era huir del mundo, sino volver a él.
Fuentes
Smalley, A. (2022, 23 de marzo). Research finds nature sounds “benefit mental health.” BBC News.https://www.bbc.com/news/uk-england-devon-60840759
Colino, S. (2023, 11 de julio). La naturaleza es una buena medicina para el cuerpo y la mente: la ciencia explica por qué. National Geographic.https://www.nationalgeographicla.com/medioambiente/2023/07/la-naturaleza-es-una-buena-medicina-para-el-cuerpo-y-la-mente-la-ciencia-explica-por-que
Pearson, A. et al. (2021). Health benefits of exposure to natural soundscapes. Environmental Research, 198, 111152.



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